A partir de los años sesenta comienza en Argentina un éxodo de intelectuales que se acrecentará durante los años de dictadura (1976-1983) y perdurará hasta nuestros días. Los intelectuales, como cualquier otro emigrante, parten llevándose valijas, libros, papeles y recuerdos del país que abandonan. La particularidad es que con el paso de los años muchas veces esos recuerdos, no sólo constituyen la saga familiar, sino que se convierten en obras escritas que trascienden el ámbito de la intimid...